REMBRANDT EN LA COLECCIÓN DE VALENTÍN CARDERERA EN BIBLIOTECA
NACIONAL DE MADRID
Con el título Valentín Carderera (1796-1880), Dibujante,
coleccionista y viajero romántico, la Biblioteca Nacional de Madrid,
(BNE)
ha presentado una bellísima y cuidada exposición sobre uno de los personajes tan
desconocido como relevante en su labor como pintor, estudioso, divulgador,
coleccionista y bibliófilo que trasciende mucho más allá del título de la
muestra. Carderera, deja un legado de extraordinaria belleza y valor
artístico: "Una galería de más de
trescientos retratos, pinturas de Tiepolo, dibujos de Velázquez, grabados de
Rembrandt o manuscritos de Lope de Vega (el Códice Daza)" hicieron de su
casa "un verdadero museo visitado y admirado por sus contemporáneos".
En la exposición podemos ver este grabado de Rembrandt, El Doctor Fausto, aguafuerte, punta seca y buril, fechado hacia 1625. BNE Invent/29221. La exposición se pudo visitar hasta el pasado 12 de enero de 2020.
REMBRANDT: OBRA GRÁFICA EN EL MUSEO LÁZARO GALDIANO DE MADRID
Tan solo una sala del Lázaro Galdiano está dedicada a esta exposición sobre la obra gráfica de Rembrandt, una obra tan apetecible como extraordinaria, una sala que se ha convertido en un estuche para contener 37 grabados, alguno de una belleza exquisita, por lo que muchos podemos estar de enhorabuena. No es fácil encontrar un monográfico de grabados de un autor de la talla de Rembrandt "-uno de los mejores grabadores de la historia junto a Durero, Goya y Picasso- representativas de su trayectoria en el arte del grabado. Las obras expuestas nos permiten seguir su evolución desde los primeros grabados realizados de manera precisa y minuciosa hasta sus interpretaciones más libres, cercanas a la pintura, dominadas por un uso magistral del aguafuerte", comenta Carmen Espinosa en la hoja informativa. En ella resume el periplo de las láminas de Rembrandt desde la venta de su taller de estampación por el propio artista: "Las dificultades económicas obligaron a Rembrandt a vender su taller de estampación y, con ello, se dispersaron las láminas", y detalla la variedad de los asuntos que trata en ellas "retratos, autorretratos, escenas de género, paisajes, predominando los temas bíblicos, especialmente las historias de los patriarcas Abraham, Jacob y José, y la vida y pasión de Cristo".
Una vez en la sala, la luz tenue y un respetuoso silencio en torno a las obras, explicadas tanto la temática como la técnica por la que Rembrandt "Alcanzó una gran reputación en su época, llegando a ser más conocido por su obra gráfica que por sus pinturas o dibujos". En una de las cartelas podemos leer sobre su producción: "Grabó alrededor de trescientas láminas (de 1624 a 1665) donde se puede ver su evolución en el arte del grabado que va desde figuras trazadas con líneas simples, como si fuera un dibujo, dejando ver el fondo del papel, hasta composiciones recargadas donde el blanco del papel queda casi eliminado y lo que nos encontramos son masas de líneas, con distintos niveles de intensidad, que van creando la composición", y nos explica brevemente, además de la técnica, el instrumental que utiliza: aguafuerte, aguada de tinta, punta seca, buril y estampación. Ya sólo queda sumergirse en la obra, en los detalles, en la expresividad de los personajes, el autorretrato que ilustra la exposición, el buen samaritano, los músicos callejeros, un fantástico Capitán pata de palo o hombre lisiado, El ángel alejándose de Tobías, el vigorosa expresividad de la decapitación de San Juan Bautista o, una escena que tantas veces abordará Picasso unos siglos después, El pintor y la modelo, única obra que se ha expuesto hasta ahora al público en una muestra anterior, el resto, es inédito.
Rembrandt. Obra gráfica, en el Museo Lázaro Galdiano, Serrano, 122 de Madrid, hasta el 3 de junio de 2018.