domingo, 28 de agosto de 2022

Jorge de Oteiza

GALERÍA ANSORENA

2023. Madrid, en Galería Ansorena encuentro esta interesante exposición de Jorge Oteiza: Oteiza. Varias esculturas, unas se recortan en el espacio, otras son volúmenes de piedra, bronce y madera, y obra gráfica. Traigo aquí las de bronce y piedra que me recuerdan a la primera que subí en este post (al final de la entrada).

Poliedro (1958) 2001. Bronce 34,5x42,5x23 cm.

Macla generatriz por doble fisión del cuboide Málevich (1972) 2002
Mármol de Calatorao TZA. 40x60x41,5 cm


Oteiza, en Galería Ansorena en calle Alcalá, 52 de Madrid, hasta el 15 de julio de 2023

ART MADRID 2013 

Aquel año, en 2013, la feria de ArtMadrid se celebró en la Estación de Chamartín, en febrero. Esta Cabeza de Apóstol: San Pedro, creo recordar que estaba en el espacio de la Galería Lorenart. Aparte de las medidas no hay más información de la obra, por lo que al ser similar a la que hay en el Museo Reina Sofía, es de suponer que este bronce, perteneciente a la serie de "las imponentes cabezas de apóstol de 1953" (Manterola Armisén), está fundido basándose en una obra en yeso.

Jorge Oteiza. Cabeza de Apóstol: San Pedro. Bronce (43x28x31)


MUSEO ESPAÑOL DE ARTE ABSTRACTO. CUENCA
 
Cuando visité en 2003 el Museo de Arte Abstracto de Cuenca tomé esta fotografía de Escultura Negra de Jorge de Oteiza, tallada en mármol negro en 1958, según la cartela. No he vuelto a saber más de ella, y aunque nuestro propósito sea el autor y la obra, en este caso empezamos con intentar saber algo más de esta obra, empezando por su nombre. En el catálogo del museo la más parecida es Homenaje a las Meninas, también de 1958, y ésta se repite en el catálogo impreso que compré en el museo hacia 1982. Tiene, la obra del catálogo, unas medidas de 41x38x33 y está tallada en piedra de Marquina. En la cartela del museo no tiene ninguna medida, por lo que se habría de suponer que no es la misma obra o si es la misma está vista desde otro ángulo. La del museo parece tener más materia, la del catálogo más elaboración: Todo ello invita una nueva visita al museo.

Escultura Negra (1958) Mármol negro tallado
Jorge Oteiza (Orio, 1908-San Sebastián, 2003)
Museo Español de Arte Abstracto de Cuenca


lunes, 15 de agosto de 2022

Mats Bäcker

 Cuando llegué a la sala la empleada se disponía a desmontar la exposición Raw Power, de fotógrafo sueco Mats Bäcker, aunque me dijo que se mantendrán las obras en otra sala. Todo un alivio, pensé, no obstante nunca he sabido dónde se encuentra esa otra sala, aunque sé que existe, así que no perdía mucho el tiempo y anduve por la pequeña galería buscando en cada uno de los recovecos que la componen todas las fotografías posibles, intentando retener su localización: bajo la escalera que lleva al despacho, en la entrada, en esa pared donde los reflejos de la luz de la mañana hacen imposible ver la fotografías y mucho menos fotografiarlas; luego por la tarde, aunque las sombras son más largas y la fachada del convento de monjas que hay enfrente, en la otra acera, alta y robusta, escamotea los últimos rayos de sol, tampoco en ese lado se puede fotografiar, ni ver y en ocasiones tan solo intuir algunos detalles.



Hay una fotografía de un Iggi Pop irreconocible, sentado en un sillón ojeando el periódico. Estaba leyendo la noticia del accidente de coche en el que murió Marc Bolan: "Miró hacia arriba y dijo: "James Osterberg", su verdadero nombre...", cuenta Bäcker. Leí en una revista de la época, que aquel accidente suponía el final de T. Rex, "¿Qué va a ser ahora de un tocador de congas?" Fue en 1977 y, con la muerte de Marc Bolan, el dúo que formaba con Steve Pweregrin Took, estaba abocado a desaparecer. Desapareció.


Hay recuerdos que aún perduran de la lectura de aquellas revistas, "una era Popular1"; y a continuación salen varios nombres que ya no recuerdo. Al lado de esa fotografía hay otras dos de Iggi Pop, una de un concierto de 1977, que seguía o antecedía a la del sillón; luego una de Bono (año 1982) y una de Joe Strummer, también del 77. "¿Quién es?" Nos miramos. "El guitarra de The Clash". Nos miramos de nuevo y sonreímos. Enfrente Mick Jagger y Keith Richards. Son fotografías que podían tomarse en el escenario, cerca del músico "en los 80 se empieza a perder esta cercanía y el fotógrafo, a su vez, empieza a perder interés en retratarlos". Comienza el divismo que aleja cada vez más al artista del fotógrafo y del público. De la cercanía del público hay una imagen excelente, -aunque repleta de reflejos, no me resisto a no publicarla- es de Dead Kennedys -Too drunck to fuck- de 1983, sobre las escaleras, "El punk nunca me atrajo". Me vienen a la cabeza las imágenes de Janis Joplin que no están aquí, mezclada con el público o Rory Gallagher sobre los bafles a dos metros del espectador. Gallagher, recordé, tenía miedo a volar, pensé que era la escusa perfecta para beber. Me hubiese gustado ver una fotografía de ellos.



Hay una imagen de Prince, otra de Grace Jones y una de David BowieCraked Actor, Brussels, 1983, sentado, sostiene una calavera en una mano, magnífica, como si interpretase Hamlet, bajo un potente foco, en la otra mano el micrófono: "Fue una actuación muy esperada, hacía 5 años que no actuaba, había una expectación tremenda".


Y debajo de la escalera, medio escondida, como ajena al grupo de estrellas, sorbiendo un cóctel en la barra, Marianne Faitfull, Broken English, 1980. Siempre me ha atraído la figura de Marianne, la Balada de Lucy Jordan, "el tema de Thelma y Louise, la musa, quién sabe, de Like a Rolling Stone". Me quedo un rato mirándola. 


Subo al primer piso y me paseo entre las mesas del despacho. Hay varias fotografías que difícilmente puedo retratar por falta de luz, así que enfilo de nuevo las escaleras para detenerme frente a la última fotografía, el gesto irreverente de un enérgico Iggy Pop. Vuelvo a leer a Bäcker: "Durante toda la entrevista Iggy habló de golf, lo que fue una sorpresa, ni parecía ni actuaba como el rebelde al que esperábamos entrevistar". Y con esa frase cabe pensar y preguntarse cuándo los músicos dejaron de ser humanos para convertirse en estrellas inaccesibles, habría que rebuscar en las entrañas de la historia y, sobre todo, del mercado.


La exposición Raw Power, de Mats Bäcker, comisariada por Nathalie Béreau, se clausura esta tarde 30 de abril de 2014 en Mondo Galería, pero te enseñarán las fotos, si vas, en otra sala.


Mondo Galería estaba en la calle San Lucas de Madrid. Un día cerró la sala y se trasladaría a esa otra que nunca visité y que daba, probablemente era allí, a Travesía de Belén, pero también desapareció.