lunes, 16 de diciembre de 2019

Francesca Woodman

 
Ser un Ángel, -On Being an Angel-, con este sugerente título se puede ver la obra de una jovencísima Francesca Woodman (1958-1981), fallecida en plena juventud, artista de las que cabe preguntarse hasta dónde hubiese alcanzado su creatividad de no haber muerto tan temprano. Al leer la presentación de la exposición -102 fotografías y 1 vídeo-, Anna Tellgren, comisaria de la muestra, nos relata la intensidad creativa de Woodman, los escenarios que fabrica la propia artista hasta crear "un corpus fotográfico fascinante" tan personal como íntimo, e invita al espectador a adentrarse en ese mundo al que nos transportará a los escenarios de su creatividad: edificios abandonados, y los espejos y cristales, que propiciarán los ambientes en los que creará "una atmósfera surrealista, y a veces, claustrofóbica". Y, casi como colofón, concluye en una pregunta retórica: "¿Cómo pudo alguien tan joven crear imágenes de tal potencia y complejidad? Prodigio, talento, artista superdotada, son calificativos a los que se remite Tellgren, los que nos van a permitir  indagar en las imágenes, su obra que, al fin y al cabo, son el reflejo de la personalidad de la artista, una obra "profundamente personal y por eso sus temas acabaron teniendo un alcance universal". Obras, la mayoría de pequeño formato, un conjunto formidable e intimista que la muestra divide en cinco períodos que incumben, a partir de ahora, solo al espectador disfrutar frente a las obras.

Francesca Woodman, Ser un Ángel -On Being an Angel- en Fundación Canal, Mateo Inurria, " (Plaza Castilla) de Madrid. Exposición organizada por Moderna Museet, Estocolmo. Hasta el 5 de enero de 2020. Entrada libre.

Sin Título (1975-1978)
Lirios de Pascua (1976)
Sin Título (1979-1980)
Sobre ser mi modelo (1976)

De lunares (1976)

Sin título (1980)

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Miguel Delibes

FERIA DEL LIBRO: CATÁLOGO DE BIBLIOTECA NACIONAL


Paseo por la Feria del Libro de Madrid encuentro este catálogo, editado por Biblioteca Nacional en 2020 por la celebración del centenario del nacimiento el escritor vallisoletano, con gran número de fotografías familiares "no solo de su faceta más conocida, la de novelista, sino también como periodista, cazador, defensor de la naturaleza o académico de la lengua". El mismo libro quizá se pueda encontrar en la Feria del Libro de Valladolid.


LA PRIMAVERA DE PRAGA

Parece premonitorio, pero ha sido pura casualidad. En mis lecturas siempre hay dos obras vivas, las que estoy leyendo: una para el salón y otra para entretener el tiempo en el transporte público. La segunda suele ser la más liviana y asequible a la lectura, no debe requerir mucha concentración y ha de tener, como condición previa, buena letra. El último libro ha sido La primavera de Praga (Destinolibro 1985), la primera edición es de Alianza Editorial 1968. La termino de leer el 24 de febrero, el día que Rusia invade Ucrania. Ha sido casualidad como digo, pero me gustaría traer aquí las primeras palabras del libro, Al lector, del propio Delibes, son: "En prensa este libro, me llega la noticia de la invasión de Checoslovaquia por las tropas rusas y sus aliados del Pacto de Varsovia."



En el libro Delibes narra su visita a Checoslovaquia (en la actualidad la República Checa y Eslovaquia) invitado para dar unas conferencias en Praga y Brno. Delibes hace un análisis de la sociedad, la cultura, la economía y la política de Checoslovaquia en 1968, época conocida como La primavera de Praga, en al que el gobierno checoslovaco promueve varias reformas políticas encaminadas a la apretura del país y liberarse de la opresión del partido único comunista. Delibes alaba los progresos sociales de los checoslovacos y de la acusada libertad y los problemas de la economía en la que el único patrón es el Estado. Nos presenta una sociedad culta y solidaria que se creía dueña de su destino y no creía que pueda sufrir el de Hungría y su fallida revolución de 1956 aplastada por las tropas soviéticas. Pero de nuevo la historia es tozuda y vuelve a repetirse, tras la caída de Budapest (1956) y Praga (1968) hoy tristemente le toca el turno a Kiev (2022) caer en manos del tirano.


MIGUEL DELIBES EN URUEÑA


La fotografía de Miguel Delibes que encabeza este texto se encuentra en la puerta del corral o de una casa en Urueña. A su izquierda está el Centro e-lea Miguel Delibes. En el centro hay un panel con la relación de 55 obras publicadas por Delibes. Imaginé que son todas las que publicó en su vida. Leí la relación y jugué a ver cuántas había leído: casi la mitad; y de éstas la que más me gustó, bueno, hay dos preferidas; una de reciente lectura, El hereje (1998); la otra, la primera que leí y la primera que publicó Delibes -quizá la única que haya releído, salvo algún cuento de caza- La sombra del ciprés es alargada (1948).  Entre medias están La hoja roja (1959), El disputado voto del señor Cayo (1978), y sus innumerables relatos de caza. No sabría por cual de ellas decidirme, pero da igual, me propuse, cómo no, leer todas las que aún no he leído. Y así comienzo, con esta breve introducción, mi particular celebración del centenario de Miguel Delibes (1920-2010).


SESIÓN DE FOTOGRAFÍA CON FRANCISCO ONTAÑÓN

Francisco Ontañón. Retrato de Miguel Delibes

Esta fotografía estaba en una sección de la exposición Francisco Ontañón, en la sala Canal Isabel II de Madrid, que ilustra El libro de la caza menor, con texto de Miguel Delibes.



LA BRUJA LEOPOLDINA Y OTRAS HISTORIAS REALES

La peculiaridad de este libro son los dibujos del propio Miguel Delibes que ilustran el cuento de La bruja Leopoldina, un relato que, según la hija de Delibes, el haberlo publicado no hubiese hecho muy feliz a su padre porque si no lo había hecho en vida, probablemente, es que no quería que viese la luz -el relato lo escribió en 1939-. Ahora le toca al lector, con todo el cariño y respeto, profanar el deseo del maestro. Yo lo leí durante la pandemia del Covid-19, fue una ráfaga de aire fresco ante tantas desdichas que nos ocasionó y nos ocasiona la pandemia -similar a la peste que relata en El Hereje y que nunca deja uno de recordar-. El libro lo tomé prestado en la biblioteca de Mingorría (Ávila), y tarde mucho tiempo en poder devolverlo. Aquí os dejo la portada del libro (la línea blanca que tapa parte del nombre de la editorial, Destino, es el tejuelo que identifica al libro).




MIGUEL DELIBES. UN RETRATO DE ALBERTO SCHOMMER

Se acaba el año y con el el centenario de Delibes. Una nueva peste ha venido a parar las celebraciones, aunque no la lectura, ni las lecturas de Delibes. Encontré, en el Museo Cerralbo de Madrid, dentro del certamen PHotoEspaña2020, una exposición dedicada al fotógrafo Alberto Schommer; en ella están retratados muchos de los principales personajes de la vida cultural española entre los que estaba este retrato de Miguel Delibes (retrato que hice deformado para evitar en lo posible los inevitables reflejos de los cristales. La cartela dice: Miguel Delibes (1989) (n. 1920 - m. 2010) Escritor, considerado como uno de los grandes escritores españoles del siglo XX. Premio Nacional de Literatura (1955), Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1982), Premio Nacional de las Letras Españolas (1991), Premio Nacional de Narrativa. Serie Actitudes 1988-1989.

Alberto Schommer: Retrato de Miguel Delibes



VIEJAS HISTORIAS DE CASTILLA LA VIEJA

De las historias de esta Castilla, recuerdo aún con amor la nogala de la tía Bibiana y los cables de la luz que cruzaban sobre ella más que cualquier otra imagen que transmite este librito. Lo compré en 1977, es la tercera edición de Alianza Editorial/Lumen, de 1974. Lo he releído justo antes de comenzar el año porque recordaba que en él encontré parte del alma de Delibes, de Castilla y la caza, en el que se se ven reflejados tantos personajes anónimos a los que hoy, y en muchos otros lugares, se les puede poner nombre, porque aún viven. De tal manera que todas las noches de verano, de junio a septiembre y en ocasiones llegados los Santos, nos sentamos tras pasear la frente al nogal que hay junto al matadero. Ahí, en el matadero, Gabino, Fíate, el carnicero de Mingorría, mataba las ovejas, es una casa robusta en sillarejo de granito frente ala que fue su cija, y entre ambas el camino al prao donde trillaba Julián y luego Milete, su hijo que están, todo ello frente a la casa de Juan el Madrileño de donde una noche, bajo el nogal, salió una culebra de la que dio en mal momento cuenta Benitín. Es un nogal, masculino, cuando Delibes se refiere en femenino a la nogala de la tía Bibiana, como femeninas son la olma de Cillán a la que también en mala hora diera cuenta la grafiosis, y la perala de Benjamín, allá por Peña Negra. La imagen de la cubierta amarillenta y desgastada de mi libro, es una fotografía de Ramón Masats que ilustró los textos de Delibes para otra editorial, Viejas Historias de Castilla la Vieja.


domingo, 1 de diciembre de 2019

Martín Chirino

Martín Chirino (Las Palmas de Gran Canaria, 1925 - Madrid, 2019) está considerado uno de los nombres más representativos de la escultura española del siglo XX. Chirino trabajó el hierro forjado como expresión plástica, haciendo del Viento, la espiral, su leit motif. Un motivo que el artista entendía como signo atlántico, pero también mediterráneo, emulando la naturaleza de sus islas originarias. El viento surge materializado, captando lo intangible en la materia más condensada (Martín Chirino en Galería Marlborough de Madrid).


OBRA EN CUARTEL GENERAL DEL AIRE

Esta obra fue un encargo a Martín Chirino como homenaje a los 62 militares fallecidos en el accidente del Yakovlev-42 el 26 de mayo de 2003. La escultura La mirada del horizonte II en acero, mide 8 metros de altura y está colocada en los jardines que hay en la parte derecha del edificio del Cuartel General del Aire en Madrid. La obra pertenece a la serie Aeróvolo, que simboliza unas alas abiertas. Al pie de la escultura están grabados los nombres de los fallecidos en el siniestro. La escultura se inauguró el 29 de mayo de 2006

La mirada del horizonte II. (2006) Acero


OBRA EN GALERÍA MARLBOROUGH DE MADRID

Alfaguara, del árabe andalusí alfawwára, significa manantial abundante. Obra de gran tamaño en hierro forjado se exhibe en la exposición colectiva Escultura Monumental

Alfaguara (2005) Hierro fundido 226 x 336 x 420 cm.


OBRA EN GALERÍA ANTONIO MANCHÓN DE MADRID

De la serie El Viento de la que ya hemos traído varias obras, ésta, también de pequeño tamaño se encuentra en la galería Antonio Manchón de Madrid

El Viento. Hierro forjado (2005) 35,5 x 34,2 x 10 cm



OBRA EN GALERÍA MARITA SEGOVIA DE MADRID

Pequeña escultura sin título similar a la serie Viento. Prueba de autor (P.A.) de 2006 2/2

2006 P.A. 2/2



OBRA EN EL MUSEO DE ESCULTURA AL AIRE LIBRE DE LA CASTELLANA


De las 17 esculturas que componen el Museo de Escultura al Aire Libre de La Castellana de Madrid, la mayoría situadas bajo el puente que cruza la Castellana y une el paseo de Eduardo Dato con la calle Juan Bravo, en el rincón donde se asienta el puente cerca de la calle Serrano, está instalada Mediterránea, escultura de Martín Chirino, en un pequeño estanque que la hace casi inaccesible, en el que se refleja su figura roja. Julián Gallego, en sus comentarios sobre el Arte Abstracto Español, de la Fundación Juan March, destaca sobre esta obra de Chirino que la diferencia de sus obras, en las que trasciende el esfuerzo del escultor sobre el material y la "poderosa sugestión de haber sido torcida con esfuerzo en una fragua tradicional", esta Mediterránea, se "siente, en cambio, el deseo de expresar la belleza de la impersonal perfección de acabado de los objetos industriales", más propios de nuestros tiempo.

Mediterránea

Alguna vez de las que he visitado este espacio, por el mero acto de cruzar el paseo de la Castellana para llegar a la acera la calle Serrano, se ven pisadas húmedas y salpicados del agua que algún observador, o el viandante despistado, le han llevado a precipitarse en el interior del estanque.



OBRA EN CENTRO DE ARTE COMPLUTENSE

De la exposición Arte y Carne. La anatomía a la luz de la Ilustración, celebrada de septiembre de 2016 a mayo de 2017 en el Centro de Arte Complutense de Madrid, esta obra El viento, sin medidas ni fecha, en la cartela, que a continuación reproduzco, comenta la obra de manera casi poética la analogía de la visión y el viento:

El viento. Hierro forjado
Desde ese centro, origen del universo y de la vida, se crea el conocimiento en un movimiento infinito que, alimentándose a sí mismo, crece y se difunde en cada vuelta. Como un ojo que nos mira hipnotizándonos con una atracción irresistible, evoca el ojo que imaginó y materializó el anatomista italiano Girolamo Fabrici d'Aquapendente en su teatro anatómico de Padua como metáfora de la mirada. La experiencia visual contemplada desde el órgano que la posibilita desvelaba un secreto, el del cuerpo diseccionado y explorado por las manos expertas del anatomista, provocando un movimiento que el historiador y antropólogo Piero Camporesi identificó con "un viento irresistible de embriaguez anatómica"; quizá uno de los vientos que pudo imaginar Chirino.



GALEÍA ARTEPASO: DE LA EXPOSICIÓN CHIRINO Y CHIRINO 2014

"Raíz (33)", 1965. Hierro forjado 20 x 60 x 18 m
Y al girar la mirada el encuentro con la fuerza y la dureza de la escultura de Martín Chirino, metálico brillo de la fragua y concepto del viento desbocado, que desde el rincón o sobre una columna improvisada, alargan su devastadora fuerza a través del espacio, tan imperceptible como emotivo y sosegado: el viento solano, la espiral de la rosa, la raíz, el árbol que evoca el horizonte agostado y yermo, el viento africano que abrasa y vivifica la forma. (Febrero 2014)

"Espiral del viento". 2003. Bronce ed. III/VI. 23 x 22 x 6 cm.