MUSEO DE BELLAS ARTES DE VALENCIA
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Bartolomé Bermejo (activo en Valencia, Aragón y Cataluña Documentado en 1468 y 1501) Virgen de la Leche- Óleo sobre tabla |
Esta Virgen de la Leche, una bellísima tabla pintada al óleo y oro, procede probablemente la iglesia del convento de Santo Domingo de Valencia, está fechada entre 1465 y 1470, aunque como vemos el período aragonés del pintor se inicia en 1468. Ésta es la única obra de Bermejo que se puede ver en el Museo de Bellas Artes de Valencia, entre una rica y bien nutrida colección de obras de la época. En esta obra el pintor muestra una clara influencia de la pintura flamenca, según la ficha del museo, de su homónima, de Rogier van der Wayden, que se conserva en Chicago. Destaca así mismo que el Niño sostenga un collar de cuentas rojas que remite a la popular devoción en la época al Rosario.
MUSEO DEL PRADO DE MADRID
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San Miguel Triunfante sobre el demonio. (Sección) |
Hace unos días visitaba la
Capilla Real de
Granada donde se puede ver la pequeña y exquisita colección de pintura, obras que pertenecieron a la reina
Isabel I de Castilla, de autores tan relevantes como
Sandro Botticelli,
Pedro Berruguete,
Hans Memling,
Dieric Bouts o
Rogier van der Weyden, sobre todo estos dos últimos, autores a los que siempre dedico unos minutos cuando acudo al
Museo del Prado; pero, de nuevo en la
Capilla Real, se echaba en falta a
Bartolomé Bermejo, sus obras
La Epifanía y la
Santa Faz. anverso y reverso de una misma tabla, se habían prestado para la exposición que se inauguraría cinco días después en el
Museo del Prado. aunque he de confesar que no preste atención a este detalle.
De vuelta a
Madrid vi el anuncio de la exposición que, con el título
Bartolomé Bermejo, busca rescatar la figura y personalidad de uno de los grandes pintores, si no el más grande, del siglo XV de
España. La muestra es el producto de una fantástico trabajo del
Prado que ha reunido la obra dispersa de un artista tan relevante como desconocido para muchos.
Bartolomé de Cárdenas (h.1440-h.1501) conocido como
Bartolomé Bermejo, nació "
en tierras cordobesas", comenta el folleto de la exposición. En ellla que se analiza la influencia que
Bermejo recibe de los maestros flamencos, con referencias a
Memling,
van der Weyden y
Bouts, que adquiere, probablemente, "
en la cosmopolita Valencia del segundo tercio del XV", a donde llegó el influjo de las escuelas de
Jan van Eyck y
van der Weyden; así como la que el mismo
Bermejo ejercerá en sus contemporáneos, en ocasiones con quienes se asocia, colabora y mantendrá estrechos vínculos "
desde Martín Bernat y Rodrigo de Osona hasta Fernando Gallego y el Maestro de la Leyenda de Santa Lucía". Destaca el hecho de que se asocia a artistas de menor cualificación a la suya con los que se ve obligado a trabajar para sortear las limitaciones que imponían los gremios de las ciudades que contrataron sus servicios:
Tous,
Valencia,
Daroca,
Zaragoza y
Barcelona donde muere.
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Detalle del peto de San Miguel |
Durante el recorrido por la muestra el visitante va descubriendo la personalidad difícil de un artista que incumplía en ocasiones sus contratos, una especie de rebeldía que podía deberse a ese sometimiento al que se veía obligado a maestros de inferior calidad artística, lo que propició "
el abandono de algunos encargos e incluso una sentencia de excomunión". Su seudónimo o alias, "
el Bermejo con el que firmó de manera particular algunas de sus obras más innovadoras, certifica que nos hallamos ante un pintor con una personalidad acusada, probablemente consciente y orgulloso de sus habilidades".
La exposición está muy bien montada, -tanto la calidad de las obras como el propio espectador lo agradecen-, hay espacio entre obras que permiten visionarlas individualmente sin perder en ningún momento la visión del conjunto; un ejemplo es el magnífico conjunto de tablas sobre el martirio de
Santa Engracia. El recorrido por la exposición me permito acotarlo en tres tramos: el inicio con el espectacular
San Miguel triunfante sobre el demonio con el donante Antoni Joan de 1468; a mitad del recorrido el magnífico
Santo Domingo de Silos entronizado como obispo, 1474-1477; para culminar con la excepcional
Piedad Desplá, de 1490 que cierra la muestra. Sobre este guión el visitante se desplaza entre estas tres obras y se va desgranando la excepcional calidad del resto de obra, desde el mencionado martirio de
Santa Engracia, cuatro tablas que narran el prendimiento, prisión, flagelación, y entronización de la santa, piezas que pertenecieron a un retablo y que en la actualidad se encuentran diseminadas entre museos de
Bilbao,
Boston y
San Diego; o las tablas que narran la
Resurrección de Cristo o el no menos magnífico tríptico de la
Virgen de Montserrat. Las obras están excelentemente comentadas; abundan en los detalles técnicos desde la novedosa técnica del óleo en la época, la vestimenta de los personajes, los colores, la composición o las similitudes con otras obras de igual temática: la resurrección, el descendimiento o la epifanía.
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Piedad Desplá (1490) |
Termina la exposición recordando el olvido en que cae
Bermejo tras su muerte y la posterior recuperación de su figura, a finales del siglo XIX, por el interés que despertó en destacados coleccionistas internacionales, y unas falsificación de los años 20 del siglo pasado, que demuestran el interés suscitado por su obra. Y siguiendo literalmente el folleto que sirve de guía, terminar señalando que la muestra cumple sobradamente el deseo del museo, descubrir al visitante "
un magnífico maestro al que esta exposición pretende tributar un meritorio homenaje y dar a conocer al público".
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Flagelación de Santa Engracia (1472-77) |
Bartolomé Bermejo, en
Museo del Prado de
Madrid, de 9 de octubre de 2018 a 27 de enero de 2019.
Nota: Las imágenes y los textos en cursiva son del folleto informativo que entrega el museo a la entrada de la sala de exposición; la imagen del detalle del peto es del cartel anunciador de la misma.
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Bartolomé Bermejo: Master of the Spanish Renaissance Cartel anunciador de la exposición de The National Gallery Londres |