domingo, 20 de diciembre de 2020

Ángeles Santos

No hace muchas fechas traía a este blog La tertulia del café de Pombo (1920), de José Gutiérrez Solana; tan solo nueve años después una jovencísima Ángeles Santos pintaba su Tertulia. (1929), -ambas en el Museo Reina Sofía-. Mientras el primero era un trabajo que representaba un costumbrismo cultural de la élite vanguardista en torno a Gómez de la Serna plagado de rostros de rasgos duros, hieráticos de la España negra que tan bien representaba Gutiérrez Solana, ahora nos encontramos ante una pintura moderna en su tiempo de una pintora que prácticamente se había dado a conocer ese mismo año que reflejaba en su obra "los principios de la Nueva Objetividad" alemana (reacción artística frente al expresionismo) a través de una joven que apenas conocía las nuevas corrientes artísticas europeas, y que es equiparable a las obras de Otto Dix o Christian Schad (Paloma Esteban Leal)

Tertulia (1929) Óleo sobre lienzo 130 x 193 cm.

La primera obra que vi de Ángeles Santos (1911-2013) fue su Autorretrato, (1928); luego descubrí su gran obra Un mundo (1929), una obra grande en todos los sentidos, tanto por su calidad artística como por su tamaño  2,90 x 3,10 metros. Éstas son las dos obras que el Museo Reina Sofía de Madrid tenía en exhibición en aquel momento junto a Tertulia (1929), Dos hermanos (1930); otras como Niños y plantas (1930), Cena familiar (1930) y Lilas y calavera (1930) no recuerdo haberlas visto hasta visitas más recientes. Eran obras de una jovencísima artista que impresionará a los intelectuales de su época. Este éxito -comenta Paloma Esteban en su nota a la obra Cena Familiar, provocará a su vez un fuerte impacto emocional en la pintora "un constante conflicto, generado por la confrontación entre esas ansias de conocer y experimentar las nuevas corrientes de vanguardia y las vivencias cotidianas del ambiente cerrado de una ciudad de provincias" -Santos vivía en Valladolid-. Sobre su presentación en Madrid en el Salón de Otoño de 1920, Ramón Gómez de la Serna escribe: "En el Salón de Otoño, que es como un submarino del Retiro, náufrago de hojas y barro, ha surgido una revelación; la de una niña de diez y siete años, Ángeles Santos, que aparece como Santa Teresa de la pintura, oyendo palomas y estrellas que le dictan el tacto que han de tener sus pinceles".

Autorretrato (1928) Óleo sobre lienzo 62 x 44 cm.

Sobre su Autorretrato (1928), en la página del museo no hay ningún comentario al margen de los datos de esta obra que la pintó Santos con tan solo 17 años. Es una de esas obras en la que hay que detenerse ante los ojos y la mirada la adolescente que mira fija al espectador. Quizá no haya que añadir más comentario a la obra sino observarla una y otra vez.

Un mundo (1929) Óleo sobre lienzo 2,90 x 3,10 cm

En el comentario a Un mundo (1929). en la entrada del museo a cargo de Raúl Martínez, éste destaca la impresión que causó la obra cuando fue presentada en el IX Salón de Otoño: "Un monumental lienzo de 3 x 3 metros realizado en Valladolid por una artista que desconocía de primera mano lo que se estaba realizando en Europa en esos momentos". La obra tuvo un gran impacto en los intelectuales del momento, desde Juan Ramón Jiménez, Jorge Guillén, García Lorca. y el ya citado Gómez de la Serna. Destaca la influencia que recibió Santos anto de su entorno más cercano como de publicaciones y revistas de vanguardia: "la más influyente fe el libro Realismo mágico, post expresionismo de Franz Roh que, traducido al castellano en 1927, le permitió conocer, al menos en fotografía, la obra de artistas como Joan Miró y los miembros de la denominada nueva objetividad alemana con los que Un mundo tiene mucho en común", sin ahorrar elogios a una obra que califica de "sorprendente, original y moderna".

Sobre Un mundo, la crónica del IX Salón de Otoño de 1929, extraemos unos párrafos de Mª Dolores Barreda Pérez en las que afirma que "El realismo autodidacta de Ángeles Santos reflejado en Un mundo era poco menos que un milagro, teniendo en cuenta la temprana edad de la artista y el poco contacto con las nuevas tendencias artísticas y culturales que vivía en Valladolid. Un surrealismo que murió con ese cuadro, pues Ángeles no volvió a pintar a nada parecido".

Para saber más sobre las obras, los textos de referencia los pueden encontrar en:

apintoresyescultores.es/tag/ix-salon-de-otono-de-1929/  texto de Mª Dolores Barreda Pérez de la Asociación Española de Pintores y Escultores
gigapixel.museoreinasofia.es/es/un-mundo-angeles-santos/#2/13.8/-97.0 texto de Raúl Martínez del Museo Reina Sofía


MUSEO NACIONAL DE ARTES DECORATIVAS

Se acaba el año y no he podido hacer realidad uno de mis proyectos: una visita a Valladolid, pero la fortuna ha venido a satisfacer uno de esos deseos siempre anhelados, ver obra de Ángeles Santos. Pretendía ser una visita rápida al Museo de Artes Decorativas, a la exposición Al bies que se ha convertido en un aluvión de imágenes inesperadas con obras de la propia Santos, Mallo, de Velasco, Blanchard,... De Ángeles Santos dos obras, Retrato de la marquesa de Alquibla (1928) y Estudio para tapiz de escena cortesana con mandolina (1926). Ambas son obras de colecciones particulares por lo que es un lujo y una excelente ocasión para poder contemplarlas porque superan con mucho las dos imágenes que traigo aquí.

La marquesa de Alquibla (1928) Óleo sobre lienzo
Colección particular

Estudio para tapiz de escena cortesana con mandolina (1926)
Óleo sobre tafetán de algodón. Colección particular

Al bies. Las artistas y el diseño en la vanguardia española, en Museo Nacional de Artes Decorativas en calle Montalbán, 12 de Madrid, hasta el 31 de marzo de 2024.

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