viernes, 11 de febrero de 2022

Cocina de azulejos


Una de las visitas más singulares que se puede hace es al Museo Nacional de Artes Decorativas. Allí tiene una sala en la que se reproduce una cocina totalmente cubiertas sus paredes de azulejos. Hubo en su día -a finales de 2011- unas jornadas, de noviembre y diciembre, en la que era la pieza del mes del museo, aunque quizá deberíamos calificarla la pieza del museo. En aquella ocasión se editó un folleto excelente que nos introduce en la vida social del siglo XVIII a través de las imágenes representadas en los azulejos: los personajes, la vestimenta, los utensilios de cocina y, aunque no se cite expresamente, la comida -existe en el museo otra cocina, espacio en el que se trata precisamente la comida, que nos acerca aún más a la vida cotidiana-. La peculiaridad de esta pieza es que está compuesta de 1412 azulejos y su dueña quiso venderla exclusivamente al museo..

Virgen del Carmen en pared 3 y vasares de la pared 2

Como he comentado será el folleto editado para la ocasión quien nos guía a través de la historia. A finales del siglo XVI existía en Valencia una producción estable de azulejos de tipo renacentista pintados sobre esmalte blanco, producción que en el segundo cuarto del XVIII debía contar con un buen  número de fábricas que hicieron de esta industria una actividad económica de primer orden. De estos hornos salen piezas con motivos de decoración barroca y rococó, entre las que destaca esta singular y muy particular producción destinadas a forrar cocinas de azulejos que se inicia en la década de 1770 y que se fabrican hasta la segunda mitad del siglo XIX.

Mandadero con compra en pared 4

La decoración de la cocina es un todo unitario, aunque cada una de las paredes está concebida  de manera individualizada: las paredes 1 y 4 contienen escenas narrativas formadas por los personajes de la época y de diferente clase social y oficios, y entre ellos se distribuyen utensilios de cocina y alimentos. En la pared 2 se representan objetos de almacenaje, preparación  de los alimentos y unos vasares de obra que parecen "sustentados" por unos elegantes capiteles corintios; y en la pared 3 una imagen de la virgen del Carmen a cuyos pies estaba el pozo. El nexo de los tres ambientes es una cinta que recorre la parte superior e inferior que entrelazada con tallos ondulados de los que nacen hojas, flores y frutos.

Vasares de la pared 2

Interesante es también el aspecto social que destaca el folleto, el proceso de desarrollo del hogar familiar urbano en el que comienza la separación de las zonas privadas de la de los servicios, y sobre todo, que la cocina se cubriera enteramente de azulejos. Esta práctica es, añade el folleto, un fenómeno único de Valencia, sin paralelos en otros centros cerámicos españoles, que parece surgir de la nada y se concentra en apenas 50 años.
 
Grupo de perdices la pared 1

Por lo general, se acepta que estas cocinas no se usaban para cocinar ,-ya hemos comentado antes que en el mismo museo existe una cocina que debía tener este fin, de hecho en las casas principales no había sólo una cocina- su buen estado de conservación y el hecho de que sólo la viesen los sirvientes no tenía mucho sentido decorarlas de esta manera. Lo más probables es que la estancia fuese el lugar de recepción para realizar refrescos y agasajos con un grupo de invitados aunque no existen noticias, por ahora, que confirmen esta hipótesis.

Camarero de pared 1

Sin lugar a dudas la visita al museo está plenamente justificada aunque sólo sea para conocer este espacio que como nos comenta el folleto, es único y realmente sorprendente, elegante, de gran originalidad y belleza. El excelente folleto que he utilizado editado por el, debido al tiempo transcurrido de la exposición para la que fue editado, prácticamente está agotado; una pena, porque en él no sólo son abundantes las reseñas a los aspectos artísticos de la cerámica, sino también en la moda, cómo van vestidos los personajes y la jerarquía social: señores, sirvientes, y los enseres y menaje para la elaboración de comida.

Parte superior de la pared 3 cintas con guirnaldas, frutas y pájaros

Museo Nacional de Artes Decorativas en calle Montalbán, 12 de Madrid.
El autor del folleto: Alonso Santos Manuel, Vida cotidiana en el  siglo XVIII: la cocina de azulejos del MNAD, Madrid, 2011.

Escena de la pared 4. El mandadero, la mayordoma y la sirvienta

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