Octubre 2015. Esta exposición de Masao Yamamoto la vi en la galería EspacioFoto. Hice unas cuantas fotografías pero encontré un problema con ellas, la luz. La luz de la galería, dependiendo de la pared, modificaba el color de tal manera que hacía casi imposible saber cual era el más parecido al original. Toda la exposición me desbordaba, ya no solo la luz, también el tamaño de las imágenes, todas de pequeño formato, la textura y el degradado, la mirada inusual con la que el fotógrafo capta las escenas, todo frágil, quebradizo, envuelto en un rotundo silencio cuando leía el texto que presentaba las obras. Era una simbiosis perfecta entre pensamiento y palabra, silencio e imagen, quietud y olvido. Y de esta forma tan absurda, en un rincón del archivo se quedaron esas imágenes y esos textos, dormidos estos años.
Al redescubrirlas he querido intentar de nuevo publicarlas aquí; muchas se quedarán otra vez en mi fichero, y las que creo que sí parecen semejarse a las originales, como si esto fuese las entrada de un libro, las intercalaré con los textos de la exposición entre alguna de las fotografías. La exposición se titulaba Pequeñas cosas en silencio, en alusión al tamaño de las fotografías; en el texto se alude en parte a la técnica del autor, cómo diluye su obra en el límite entre fotografía y pintura, cómo experimenta virando y tiñendo, raspando o pintando sus fotografías; sus temas favoritos, los bodegones, desnudos y paisajes, y cómo indaga en la naturaleza y en las imágenes que buscan evocar recuerdos.
Durante todo este tiempo, me he preguntado constantemente a mi mismo:
¿Qué es lo que veo? ¿Qué es lo que no he visto?
¿Qué es lo que cuento? ¿Qué es lo que no cuento?
La lucha por contestar a estas preguntas es lo que genera mis creaciones.
Cuando miro hacia atrás en mi camino, me doy cuenta de que un motivo insistente en mi obra es la obsesión por las cosas pequeñas. Siento felicidad cuando descubro pequeñas cosas, aparentemente insignificantes, que pueden pasar desapercibidas.
Los textos son del fotógrafo, los pensamientos sobre su constante, la necesidad de crear arte y las pequeñas cosas aparentemente insignificantes que lo estimulan. Poco tiempo después la galería EspacioFoto cerró sus puertas y con ella todo un mundo mágico que nos regaló a través de la fotografía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario