sábado, 10 de diciembre de 2022

Cerámica de Fajalauza

Una de las sorpresas más interesantes que tiene el visitante en la casa-museo de Joaquín Sorolla de Madrid es la espléndida colección de cerámica que poseía el pintor. Estas piezas pueden verse entre sus cuadros, decorando las diferentes salas del museo y en los jardines. La mayoría de las piezas no están muy documentadas pero cabe destacar la importancia que el artista, y los responsables del museo, concedió a esta disciplina. Un ejemplo es la cerámica Fajalauza, representada por un lebrillo de grandes dimensiones y decoración sencilla, esta pieza en concreto se utilizaba para lavar ropa. En la parte superior de la pieza se observa una grapa y en la base a la derecha del lector, una agujero que servía para desaguar. La cartela del museo nos explica algún aspecto más de la cerámica granadina y de la pieza en particular que se puede ver en la planta semisótano del museo.


"La loza popular granadina se conoce desde mediados del siglo XIX con el nombre de cerámica de Fajalauza. De esta puerta del Albaicín de Granada tomará su nombre la fábrica más importante de loza del siglo XIX. Esta cerámica tiene dos características principales, la decoración de vidriados intensos aplicados con pinceles gruesos y trazos anchos, y el color azul y verde. El verde, por ser más económico, es el color exclusivo de algunas tipologías.
El lebrillo se utilizaba para lavar la ropa, siendo utilizado el orificio que presenta en su interior a modo de desagüe."

Plato hondo o "brasero" de cerámica

En la planta baja podemos ver esta pieza con decoración azul "planto hondo o "brasero" de cerámica" que "se caracteriza por el azul cobalto y una decoración abigarrada".



Museo Sorolla, en la calle General Martínez Campos, 37 de Madrid


Vaso. Finales siglo XX

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