domingo, 26 de diciembre de 2021

Juan Asensio

GALERÍA ELVIRA GONZÁLEZ

Abril de 2023 nos trae esta nueva exposición de la obra de Juan Asensio con el título Verba Naturae. Según  la nota de prensa, y en palabras del propio Asensio, es una continuación de la exposición Contra Natura, de 2020 y que podéis ver las obras más abajo, "en la que mostraba su reinterpretación personal de la naturaleza".


"Mi propuesta es la de una obra, aunque no exenta de complejidad, que llegue con claridad y exactitud como si fuera la solución, la materialización de un problema matemático imposible". Juan Asensio. Según la nota la exposición es el resultado de ese estudio que plantea el artista, la relación entre naturaleza y geometría, de los patrones matemáticos que hay detrás del aparente caos que vemos a nuestro alrededor. Más sencilla es la explicación que nos trae citando a Galileo quien aseguraba que para conocer el gran libro del universo hay que conocer el idioma en que está escrito; y nos lleva, más adelante, ante otra de Aristóteles, donde la lectura ya no es matemática, sino la intrínseca materia del arte, cuya finalidad es dar cuerpo físico a la esencia secreta de las cosas; y a esta búsqueda nos invita a través de dieciséis piezas, mármoles y travertinos exquisitamente trabajados.







Juan Asensio
, Verba Naturae, en Galería Elvira González en Hermanos Álvarez Quintero, 1 de Madrid


ALAIOR ARTE CONTEMPORÁNEO


Esta obra, sin título, fue la que me decidió a visitar el Alaior Arte ContemporáneoArt Contemporani, una fantástica iniciativa en la que un coleccionista presta parte de su colección a un centro, en este caso el LÔAC, referente cultural de Menorca. En el museo se puede leer una pequeña reseña sobre el autor: Juan Asensio (Cuenca, 1959), comenzó a exponer en Madrid en la Galería Theo y desde 1996 en la Galería Elvira González. La obra, "Sin título", de 2017, escultura en mármol blanco.

Alaior Arte Contemporáneo. LÔAC, en Baixamar, 56 de Alaior (Manorca)


GALERÍA ELVIRA GONZÁLEZ


A mediados de febrero de 2020 se acababa de inaugurar Contra Natura en la Galería Elvira González, aún quedaba mucho tiempo para que se clausurase la exposición de Juan Asensio. No había prisa para subir la entrada al blog, incluso tenía pensado, como tengo costumbre, volver a la galería y recorrer de nuevo las salas para entretenerme contemplando por segunda vez tan singular obra. No fue así, se nos echó encima la pandemia y todo se cerró. Muchas cosas cayeron en el olvido, entre ellas esta exposición, tan solo que de vez en cuando, de forma intermitente, volvían al recuerdo alguna de las obras. No es fácil encontrar esculturas, y muchas veces ni tan siquiera exposiciones en general, que impacten realmente en el espectador, y la de Asenso era una de las mejores que había visto en mucho tiempo, por eso precisamente, parecían volver, y volvían de hecho, a mi memoria las imagen de esas piezas como rescatadas del subconsciente.


El concepto de Asensio de su obra se puede leer aún en la web de la galería: "La idea es intentar comprender mejor el mundo que me rodea a través de la observación de la naturaleza y sus patrones. De manera más intuitiva que científica y después de un profundo análisis estético, mostrar mis conclusiones a través de mi obra". Al leerlo, me hacía recordar las imágenes que traía a mi memoria e ilustraba mi mente no esta exposición, sino los modelos que explicaban la proporción áurea, la divina proporción, que el entendimiento buscaba formas en la memoria de la misma manera que el profesor explicaba cómo la proporción se reproducía inexplicable y certera en una piña, en la espiral de la concha de un caracol o en los dedos de la mano. Y con esa curiosidad, con esa observación de la naturaleza y sus patrones que comenta Asensio, me acercaba a algunas de sus obras minuciosamente trabajadas, a veces, pensaba, un mínimo error del trepanó puede arruinar la obra, y buscaba entonces no la proporción, sino la simetría que pudiera hallar en ellas, un trabajo del observador, tan ameno como inútil y a la vez tan necesario. Al llegar a mi biblioteca coloqué el cartelón de la exposición en un estante de la librería y a ratos me entretenía ensimismado mirando en la fotografía la obra que la ilustraba, una especie de esponja maravillosa o un coral -los juegos de la mente son prodigiosos a la hora de recuperar imágenes-, y me sumergía de nuevo en la lectura del texto del autor, esta vez sobre las formas y texturas de su obra, "una especie de postminimalismo barroco, donde muestro una naturaleza inerte y silenciosa, paradójicamente, una suerte de ejercicio contra natura". Hoy, más de año y medio después, recupero esas imágenes que siguen transmitiendo fragilidad y que parecen encerrar el misterio de la divina proporción,





Juan Asensio, Contra Natura en Galería Elvira González de Madrid, entre el 15 de febrero y el 30 de julio de 2020.

domingo, 19 de diciembre de 2021

María Blanchard

MUSEO NACIONAL DE ARTES DECORATIVAS

Visita a una de las exposiciones más interesantes que he visto en el último año (2023): Al bies, en el Museo de Artes Decorativas de Madrid, tanto por la calidad de las obras, por ser una exaltación de mujeres artistas y creadoras, algunas de ellas totalmente desconocidas por el gran público, como por la exhibición de obras de propiedad privada que tenemos pocas ocasiones de ver expuestas. En ésta podemos ver una obra del Reina Sofía, La brodeuse (La bordadora) lienzo de 1925-1926, y dos de colecciones particulares; Naturaleza muerta con tijeras (1927) y La cocinera (1923).

La brodeuse (La bordadora) 1925-1926 (Óleo sobre lienzo)
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid)

La cocinera (1923) Óleo sobre lienzo. Colección privada

Naturaleza muerta con tijeras (1927) Óleo sobre lienzo. Colección privada


MUSEO CERRALBO DE MADRID

Los veranos se alargan y el de este año llega a octubre. Ausente de unos meses de la capital, vuelvo a Madrid justo al inicio de la segunda fase de una propuesta entre museos: Obras de Paso, con el título Contemporáneos en Palacio, "proyecto expositivo que nace en 2023 con el fin de crear nuevas lecturas en torno a las colecciones del Museo Cerralbo además de establecer lazos y colaboraciones con otras instituciones". En la primera fase inauguró el proyecto una obra de Sorolla de la colección del Banco de España, en esta segunda fase nos trae e museo una obra de María Blanchard, Nature Morte, propiedad del Reina Sofía

Nature Morte (1922) 63x81 cm.

Sobre esta obra de Blanchard la nota del museo destaca que "nos permite reflexionar sobre las mujeres artistas, arte contemporáneo, el género de la naturaleza muerta". Creo que en efecto, se produce esa reflexión intensa en torno a la obra y la figura de María Blanchard toda vez que el ambiente del propio museo parece en un principio alejarse del objetivo del proyecto, no hay que olvidar que Cerralbo fue destacado militante carlista, ideología que entraña una profundo conservadurismo, lo que hace aún más interesante la propuesta comisariada por María Sanz Cubells.


EN EL REINA SOFÍA DE MADRID

Entre octubre de 2012 y  febrero de 2013 se llevó a cabo una exposición sobre María Blanchard en el Museo Reina Sofía de Madrid, lugar donde prácticamente están todas las obras que he visto de ella. De aquella exposición tan sólo fotografié dos obras, una cuya cartela no tuve la precaución de fotografiar y este Bodegón con caja de cerilla (1918) que pertenece a la colección Alberto Cortina. Casi nunca había prestado mucha atención a Blanchard y he de reconocer que a partir de entonces, de aquel mes de noviembre de 2012, intenté averiguar algo más allá de su pintura y encontré algunos datos sobre su muerte que es lo que podéis leer a continuación.

Bodegón con caja de cerilla (1918) 
Óleo sobre lienzo. Colección Alberto Cortina


MUERTE DE MARÍA BLANCHARD


La comulgante (1914) Óleo sobre lienzo
Museo Reina Sofía de Madrid

De María Blanchard -su nombre completo era María Gutiérrez-Cueto Blanchard- he encontrado un escaso rastro, de hecho son escasas la referencia que de la pintora se encuentran en los manuales del arte al uso como la biografía que se puede consultar en la Real Academia de la Historia digital, firmada por Esther López Sobrado, pero he preferido indagar en los periódicos de la época donde el vacío es tan desolador como los manuales que consultados. Espero que al lector le sean útiles las crónicas que voy rescatando y que ilustran las obras de la pintora que podemos ver en el Museo Reina Sofía de Madrid, museo siempre parco en comentarios sobre las obras y artistas que allí se exponen, aunque su página de en la web llena en ocasiones este vacío.

Composición cubista 1916-1919 Óleo y collage sobre lienzo
Museo Reina Sofía de Madrid

LA ÉPOCA. Madrid, jueves 7 de abril de 1932
Fallecimiento de una pintora española
PARÍS 6.- Ha fallecido en esta capital la pintora española María Blanchard, después de larga y penosa enfermedad.
   La finada había nacido en Santander, el año 1881.

María Blanchard muere en 1932 en Francia, donde se había trasladado a vivir cansada de las burlas que se hacían de ella. Muere una semana antes de cuando parecía que España entraba en la modernidad; una modernidad que ella no conoció, pero que poco o muy poco le hubiese helado el corazón por tener que haberla abandonado como tantos hicieron, pocos años después, camino del exilio. Blanchard se marchó de España humillada. Tanto remordimiento tenía hacia su país que cambió hasta su nombre adoptando el apellido de su madre que no sonaba tan español.

Mujer con abanico ,.1916. Óleo sobre lienzo
Museo Reina Sofía de Madrid

El periódico Luz ese mismo día 7 de abril hace una semblanza de la pintora firmada por Corpus Barga que transcribo literal:

ENTRE DOS LUCES
María Blanchard. Pintora
   Jorobadita, feúcha, no llegó joven a París. Era un duendecillo en su estudio de Montparnasse. La presentaba, la protegía el gran Rivera, con su volumen de atleta foráneo. Lhote le acogió entusiasta. Ella admiraba mucho a Juan Gris. Recuerdo que, en uno de sus cuadros, se salía horriblemente de la tela, se clavaba en el ojo, el remate de un brazo de latón donde se sujetaba una cortina. Tuvo en París su momento María Blanchard. Luego se la tragó en silencio la tierra.
   Había salido heroicamente de Salamanca dejando su carrera de maestra. Había nacido en Santander. Supo vivir sin chistar la vida ascética del artista parisiense. Supo cultivar su inquietud.  No sé si supo luchar. Rivera volvió a Méjico. Juan Gris murió. Los viajes, los trabajos, nos hicieron a otros perderla de vista. ¿Qué fué de ella?  La nueva remesa de pintores españoles en París la despreciaría, probablemente. Vosotras, mujeres de España, tenéis ahora que salvar la memoria de vuestras precursoras. Viene perdida en las noticias de París. "Ha fallecido en esta capital la pintora española María Blanchard, después de larga y penosa enfermedad". 
CORPUS BARGA

El desconocimiento de Blanchard en España era evidente según se desprende de la crónica que al día siguiente de la noticia de su fallecimiento hace el diario El Sol de Madrid (Viernes, 8 de abril de 1932): 

Fallece en París una famosa pintora española
Ha fallecido en París la pintora española María Gutiérrez Blanchard, famosa en algún tiempo, y en todo momento uno (sic) de los artistas más interesante que ha dado España en el primer cuarto de siglo. Era hija del periodista santanderino Enrique Gutiérrez Cueto, perteneciente a una familia muy destacada en su tiempo en disciplinas intelectuales.
María Blanchard, como ella se firmaba, pertenecía a la inquieta generación de pintores que antes de la guerra europea imprimió rumbos audaces a la pintura moderna. En Madrid hizo una exposición hacia el año 14, en compañía del ilustre pintor mejicano Diego Rivera, Luis Bagaria y el escultor Choco. Esta exposición provocó polémicas y suscitó encontrados pareceres. Su obra, objetivamente interesante, tiene además el mérito de haber provocado inquietudes artísticas de gran clase y de haber ofrecido nuevas sugestiones y nuevas perspectivas a la pintura moderna.
Descanse en paz la ilustre compatriota.

Nature morte cubiste / Naturaleza muerta cubista  (ca. 1917)
Museo Reina Sofía de Madrid

Rindiendo homenaje a la mujer y pintora desaparecida. Como suele ocurrir, pasado un tiempo, se tiene la conciencia de que la memoria del personaje desaparecido ha de recuperarse una vez se ha procurado hundirla en vida. Casi dos meses después de la primera crónica, la nota escueta de La Época que encabeza esta entrada, un grupo de intelectuales de primera fila como Clara Campoamor, Concha EspinaRamón Gómez de la Serna y Federico García Lorca organizan una velada literaria en el Ateneo de Madrid:

EL SOL. Madrid, martes 31 de mayo de 1932
Homenaje póstumo a María Blanchard
Hace poco un periódico registraba la muerte en París de María Blanchard, gran pintora española, nacida en Santander, que, después de luchar en Madrid durante varios años, se trasladó París, donde llegó a conquistar un puerto muy destacado en el panorama de la pintura moderna. Al evocar la figura de la gran artista, casi desconocida en su patria, se exhortaba a las mujeres de España a salvar la memoria de sus precursoras. Unión Republicana Femenina recogió la exhortación y ha organizado, en recuerdo y honor de la gran artista, una velada literaria, que se celebrará mañana, miércoles, en el Ateneo.
Tomarán parte en ella: Clara Campoamor, que, como presidenta de la Agrupación organizadora, expresará el significado del homenaje; la ilustre escritora doña Concha Espina y Ramón Gómez de la Serna, que ofrecerán impresiones y recuerdos personales de la artista; Federico García Lorca, que aportará su ofrenda de poeta, y Manuel Abril, que estudiará en una conferencia la significación y valores artísticos de la pintora.
A esta velada serán especialmente invitadas distinguidas personalidades.

Femme à la guitare / Mujer con guitarra (1917) Óleo sobre lienzo
Museo Reina Sofía de Madrid

De la velada se hicieron eco los medios La Libertad, Luz, El Sol, La Voz y Ahora. A continuación reproduzco la crónica que La Libertad publicó el día 5 de junio de 1932:

Velada de homenaje a María Blanchard
En el Ateneo de Madrid se celebró el anunciado homenaje literario a María Blanchard, organizado por Unión Republicana Femenina.
   Una agrupación de mujeres representada por Clara Campoamor atenta a reivindicar toda gloria femenina en cualquier campo que se produzca. Un público generoso y sensible y cuatro de las más ilustres figuras de la actualidad literaria española, concurrieron a subsanar en parte el olvido y el desconocimiento en que España tenía a esta gran artista que acaba de morir fuera de su patria con la plena consideración artística de una patria extranjera.
   Concha Espina en unas hermosas cuartillas leídas por su hija Josefina de la Serna, trazó la silueta triste y gloriosa de la pintora, evocando su niñez en el familiar marco provinciano de Cantabria, ambiente áspero y de pocos estímulos para la vocación artística; pero fecundo, sin embargo, en grandes personalidades.
   Consuelo Berges leyó unas cuartillas de Ramón Gómez de la Serna, en las que éste hace un breve y agudo análisis de la persona y de la pintura de María Blanchard, a quien él conoció hacia el año 15, cuando la pintora montañesa, en unión de su compañero mejicano Diego María de Rivera y del famoso escultor ruso Lipchitz, hizo en Madrid una exposición que Gómez de la Serna tituló "de artistas íntegros". Luego la evocó en su estudio de París investigando nuevos métodos pictóricos en aquel ambiente gris; pero sin conseguir apartar de su corazón ni de sus telas la cruda luz de España.
   Federico García Lorca conmovió intensamente al auditorio con una bellísima disertación lírica sobre la figura señora de María Blanchard, que para él fué siempre, sin haberla conocido nunca, una sombra querida.
   Manuel Abril, en una interesante conferencia, desarrolló toda una teoría estética alrededor de una frase sagaz que le oyera a la propia María Blanchard cuando se celebró en Madrid la Exposición cubista a la que aludía Gómez de la Serna, induciendo de esta frase, que implica una santa doctrina pictórica, la gran sabiduría y certera orientación estética de María Blanchard.
   Terminó la velada con unas palabras de Clara Campoamor. Dice que, después de oír a los escritores citados, bien definida y destacada por ellos la selecta categoría artística y humana de María Blanchard, quedaba explicada la iniciativa de Unión Republicaba Femenina rindiendo un homenaje a la mujer insigne que España acaba de perder fuera de España. Aludiendo a la imperfección física de la artista, observa que de esto se deduce una valiosa lección de optimismo y generosidad, porque María Blanchard, con el poder de su espíritu, quiso y supo crear lo que la Naturaleza le había negado a ella: la belleza.


lunes, 6 de diciembre de 2021

Santiago Ydáñez

FUNDACIÓN LÁZARO GALDIANO


2016. El año anterior había visto la exposición en New Gallery y fue impactante ver esta muestra en el Lázaro Galdiano de Madrid, lienzos de un artista joven interactuando entre obras clásicas, eran telas de gran tamaño, magníficas. Las rescato ahora recuperando imágenes no olvidadas, pero sí escasamente presente en el recuerdo, vahas imágenes de un perro y un caballo... Recuerdo que el lienzo del caballo era demasiado grande para fotografiarlo, por lo que sólo traigo una sección de la obra, algo esquinada ...





LA NEW GALLERY DE MADRID


La primera vez que vi una obra de Santiago Ydáñez fue hace años en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, en el Cuartel Conde-Duque. Era un lienzo enorme, la cara impresionante de un hombre gritando, estaba pintado en blanco y negro, no precisaba más color para transmitir mayor expresividad; el autor era Santiago Ydáñez Ydáñez.la obra del año 2000. Luego vinieron más, en las ferias de Art MadridEstampa o en el CAC de Málaga. Las obras de gran formato, casi siempre en blanco y negro, pinturas exentas sin fondo como si hubiese surgido de la nada, como el Pablo de Valladolid de Velázquez.. No conseguí conocer al autor hasta unos años después, y es que "me prodigo poco", me comentó el propio Ydáñez cuando le conté mi seguimiento de su obra mientras lo saludaba en la presentación de su exposición El Oso y el Roble en la New Gallery,


Aun habiéndolo seguido durante tanto tiempo no tenía la certeza ni la seguridad de eludir cualquier sorpresa sobre la obra de Ydáñez. Lo sigo a través de las redes sociales y algunas de las obras expuestas en la muestra ya las conocía, aunque, claro está, que la frescura y la sensibilidad que ofrece el original de una obra nunca la supera una imagen y menos aún cuando uno se enfrenta a obras en las que, sobre todo, destaca la percepción del ambiente, en algunos aspectos y en este caso, algo intimidatorio, el que se recrea en torno a los personajes retratados, perfectamente ubicados en la sórdida atmósfera de entreguerras, a veces demasiado puras e idílicas, de una Europa central, en descomposición y una Alemania hacia la deriva nazi.


El Oso y el Roble es, según el catálogo, la expresión de la desaparición de un mundo aparentemente seguro de esa Europa central y los cambios que siguieron al final de la tragedia de la II Guerra Mundial; y quizá se sorprenda al espectador ver un retrato de Hitler junto a una armoniosa escena de patinaje, unos espléndidos perros o el formidable retrato en color de un personaje desconocido que asemeja a un cómico o un personaje decadente frente a un dóberman, a la estética de personajes puros que buscan el orden perfecto que se pretende dar de una sociedad racial y artificialmente pura, sin mezcla: aristocracia, deportistas y jóvenes perfectamente aleccionados, perros...


Y para dotar de ese aire bucólico y ordenado es precisa una técnica soberbia que, como el retrato de aquel hombre gritando, sepa definir los gestos apenas esbozarlos. Como si fuese un pintor de acuarela, Ydáñez aprovecha hasta los blancos de los lienzos para realzar sus puestas en escena en las que se apoya únicamente en unos personajes sobrios y delicados. Algunas de las imágenes, sus modelos parecen imágenes robadas, fotografías antiguas que en ocasiones son fáciles de reconocer o recordar, son el hilo argumental de la puesta en escena que parece culminar en el retrato de La clase disección de Santiago Ramón y Cajal, sobre una fotografía de Alfonso Sánchez de 1915, en la que Ydáñez hace confluir toda la serie de retratos.


Tal vez se me escapa la original idea de pintar pequeñas piezas en las tapas de estuches de cubiertos: una serie de caballos, el retrato de Hitler, una mujer joven o un paisaje de Puente de Génave, cubertería de época, dorada, de alpaca, elementos para trinchar, cortar, desgajar y diseccionar esa pieza de carne, de pastel o de países para conformar un mapa nuevo. Quizá sea esa la paradoja de un centro Europa troceada y desgajada, de una Alemania derrotada en el pasado y la Alemania actual que supervisa con mano de hierro la historia presente, es el Oso y es el Roble.


Cumplí con creces mis expectativas, la obra de Santiago Ydáñez una vez más me cautivó, tan espectacular como aparentemente sencilla, obras que no precisan de un argumento o de hilo conductor, cada una de ellas llena, vive y completa perfectamente su espacio sin necesidad de recurrir a un referente. Un trabajo magnífico.


El Oso y el Roble
, de Santiago Ydáñez Ydáñez en La New Gallery, calle Carranza, 6 de Madrid hasta el 21 de noviembre de 2015.

Santiago Ydáñez frente a La clase de disección de Santiago Ramón y Cajal


MUSEO DEL TRAJE

Faceta de Santiago Ydáñez desconocida para mí en el Museo del Traje de Madrid. Paseando por la sala donde se expone la vitrina con la obra de David Delfín encuentro esta camisa con una imagen de Santiago Ydáñez. No cabe duda que entre artistas hay conocimiento y relaciones que por el común no se conocen. No sé la relación entre Delfín e Ydáñez, probablemente nunca la sepa, pero ahí queda esa magnífica colaboración entre ambos artistas. Coincidió esta muestra en las mismas fechas con la anterior de la New Gallery (2015).

Camisa pintada por Santiago Ydáñez y falda (2015)
(Colección privada: Gorka Postigo)


sábado, 4 de diciembre de 2021

Alberto Ros

GALERÍA BLANCA BERLÍN

EL PINCEL DEL HEREJE


En la primavera de este año 2021 estuve viendo esta exposición de fotografías de Alberto Ros en la galería Blanca Berlín. Me pareció un proyecto complejo, que intenta desentrañar los problemas intrínsecos y profundos del ser humano: la humillación y el acoso, los miedos, la incomprensión a través de imágenes en las que se matizan con una señal en el papel, (una línea vertical en rojo), una marca que indeleble estigmatiza a la persona (una cruz sobre el individuo); nuevas piedades y la acumulación de cuerpos sin vida. Una expresión formidable, grupos de personas, individuos y partes del cuerpo, manos, que yacen, que sufren, que se atan y encadenan; el tormento del acoso y el silencio humillante impuesto a las víctimas.

Sin Piedad (2020) 150 x 192 cm. Marrón Vandyke sobre papel acuarela
640 gramos y 4 barbas con pincelada de emulsión abierta

No te veré mañana (2020) 195 x 150 cm. en 350 gr. Marrón Vandyke
sobre papel acuarela 640 gramos  con pincelada de emulsión abierta

Herejes (2020) Marrón Vandyke sobre papel acuarela 350 gramos con
pincelada de emulsión abierta intervenida con acrílico rojo

Herejes (2020) Marrón Vandyke sobre papel acuarela 350 gramos con
pincelada de emulsión abierta intervenida con acrílico rojo

La huella del camino III (2020) 195 x 150 cm. en 350 gr. Marrón Vandyke
sobre papel acuarela 640 gramos  con pincelada de emulsión abierta


El pincel del Hereje. Alberto Ros. La sociedad del siglo XXI ha creado sus propios canales de acoso y descrédito de los neo-herejes, personas que por su sexo, raza u opinión se convierten en diana de críticas, amenazas o burlas, tanto en las redes sociales como en su entorno. En esta era digital, las prácticas inquisitoriales en la red se expanden utilizando la tecnología para inocular el virus del odio y la vergüenza, amparadas en el anonimato y utilizando técnicas como el ciberbulling o el sexting.




El pincel del Hereje, Alberto Ros, en galería Blanca Berlín, calle Limón, 28 de Madrid. Esta exposición estuvo abierta entre el 27 de marzo y 22 de mayo de 2021.


EL CAMINO DEL TAO

Esta serie la vi en 2018. Los consabidos reflejos solo me permitieron tomar esta fotografía, The boatman. Este trabajo del fotógrafo, según la nota de prensa, "refleja los viajes del autor por Asia hasta su llegada al corazón del taoísmo: la montaña Sagrada de Wudang Shan en Centro-China. Imágenes cotidianas de una vida alejada del estrés, más sencilla, donde el hombre y la naturaleza conviven de una forma más cercana y ancestral".

El proceso utilizado es 100% natural y sólo utiliza la clorofila de la planta para "imprimir" la fotografía sobre las hojas y flores. Un proceso de la naturaleza que encaja en la filosofía del Tao."

The boatman. Clorofilotipo resinado

Sobre esta técnica nos explica que "está basada en la "antotipia", una técnica anterior a la fotografía, aunque no pueden considerarse "antotipos", sino más bien "biótipos" o "clorofilotipos".


El camino del TaoAlberto Ros, en galería Blanca Berlín, calle Limón, 28 de Madrid. Esta exposición estuvo junio de 2018.