"Todo tiene una motivación, el problemas es que yo creo que las explicaciones sobran. A ustedes les interesa la explicación de Picasso sobre el Guernica o sobre las Meninas. Yo creo que al final las obras hablan por sí mismas, y las explicaciones están muy bien; yo admiro a ustedes los críticos de música o de arte que dan explicaciones a las cosas pero yo creo que la silenciosa explicación que la obra produce es la más valiosa". Francisco Javier Sáenz de Oíza. No sé si ésta era la respuesta a una pregunta sobre Torres Blancas, pero la voy a tomar como premisa. De vez en cuando me paseo por la avenida de América y la calle Corazón de María de Madrid, saliendo prácticamente del casco urbano, junto a la estación de metro de Cartagena. Voy rodeando el edificio, la primera vez fue un día de lluvia; otro fue un día de niebla, y la mayoría días de sol, y de viento, o de sosegada calma y calima agobiante de verano. Intento ver la torre desde distintos puntos de vista y de luces, este monumental conjunto de cubos de hormigón, imitando a Monet y la catedral de Rouen.
Bastante debe haberse escrito sobre Torres Blancas de Sáenz de Oíza, la obra que más le costó y la que le encumbró. Iban a ser dos, ni son dos, ni son blancas, incluso he llegado a oír alguna anécdota que antes oí referida a Gaudí sobre las quejas de los inquilinos a una casa, un apartamento, un piso de planta circular; muchos han sido los planos del edificio que he llegado a ver, siempre fotografías, y he llegado a creer que siempre es el mismo. Poco, nada o casi nada puedo añadir a la historia de este edificio que, comentaba el propio arquitecto la respuesta de un albañil al ser preguntado sobre la obra, "lo malo es que no hay quien la tire".
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"Un dolmen de hormigón armado entre la caverna y el aire acondicionado" Día de niebla, frío, ruidoso (15-01-2015) |
Tenía anotado este comentario sobre Torres Blancas, "el complejo proyecto de dilatada concepción y la realización (1960-1965, 1965-1968), finalmente obra única situada en la ruidosa y contaminada avenida de América de Madrid (con entrada por la calle Corazón de María, 2), supone la consumación y manifestación real de las corrientes organicistas-expresionistas en boga durante esos años". (Urrutia) Lo anoté antes de ir a una exposición sobre Sáenz de Oíza en el museo ICO. Y allí busqué referencias al edificio de Torres Blancas, y lo que encontré no me pareció suficiente, quizá porque son tantas sus obras, pero algo encontré, el plano y la imagen de la torre concluida y, sobre todo, algo que me sorprendió, obras de otros artistas, pintores como Lucio Muñoz o Palazuelo, también arquitecto.
Urrutia, Ángel, Arquitectura Española Siglo XX, Cátedra, Madrid, 2003
Villaluenda, Yolanda, No te mueras sin ir a Ronchamp (Sáenz de Oíza), Imprescindibles, RTVE, 2018
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