FUNDACIÓN JUAN MARCH DE MADRID
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Órgano (1977) Acero inoxidable 270x400 cm. |
Esta escultura se encuentra enfrentada a otra de Eduardo Chillida en la entrada de la Fundación Juan March de Madrid. Aunque se titula Órgano, frente a ella se asemeja más a una fuente, e incluso recuerda una obra de Ibarrola en la estación de Chamartín.
Fundación Juan March, en la calle Castelló, 77 de Madrid
MUSEO AL AIRE LIBRE DE LA CASTELLANA DE MADRID
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Móvil (1972) 300 x 300 x 20 cm. Acero inoxidable |
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Barandilla y estanque de la cascada. En el centro obra de Martín Chirino |
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Banco |
MUSEO ICO OBRAS DEL AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA
Visitando el Museo ICO de Madrid se encuentra el visitante con la grata sorpresa de obras de otras instituciones que enriquecen la exposición, en esta ocasión sobre la ingente y magnífica obra de García Paredes. Entre planos, alzados y maquetas, rompiendo lo que puede parecer la aparente monotonía arquitectónica, una obra ajena, esta vez de Eusebio Sempere, de Lucio Muñoz, Manuel Rivera o Joaquín Vaquero. Vamos a iniciar la entrada sobre Sempere con las dos obras de esta exposición, dos tapices que pertenecen al Auditorio Nacional de Música. Las cartelas son muy escuetas al contrario del formidable tamaño de las obras que se representan en la oscuridad de una sala en la se proyectan audiovisuales, el juego de líneas y el color son formidables. Tan solo queda a la espera de sus medidas, contemplarlos tal cual pude fotografiar.
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Otoño (1989) Tapiz en algodón puro, lana merina y seda natural. Auditorio Nacional de Música INAEM |
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Verano (1989) Tapiz en algodón puro, lana merina y seda natural Auditorio Nacional de Música. INAEM |
MUSEO MUNICIPAL DE ARTE CONTREMPORÁNEO DE MADRID
Excelente obra de Sempere, Reja (1973) hierro soldado y pintado. No es muy grande la pieza pero está muy bien colocada en la sala del museo, a la altura de la visión del espectador. Este día tenía una visita el museo y muchos de los integrantes se pararon frente a la obra, otros, como suele ser habitual, hablaban y desfilaban entre pasillos, tabique, biombos de pladur y un continuo sisear que apenas vale la pena enfadarse con ellos, son como el agua sucia de un arroyo que sólo hay que esperar una avenida para limpiarla.
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