ESCENOGRAFÍA
Impresionante decorado para La Romería de los cornudos (1933), el decorado central mide 7 x 14 m. La obra sigue el estilo que se denominó Escuela de Vallecas en la que Alberto Sánchez trabajaba junto a Benjamín Palencia. El decorado representa un paisaje castellano, árido y gris, sobre el que se representaría el ballet La romería de los cornudos con música de Gustavo Pittaluga y libreto de Cipriano Rivas Cherif, basado en el Romance de Fuente Viva de Federico García Lora (según la nota del Reina Sofía).
Semana Santa de 2004. Paramos, camino de Antequera en Chauchina. Sobre la marcha decidimos visitar Fuente Vaqueros, el pueblo de García Lorca para ver la casa-museo donde nació el poeta. En la plaza preguntamos quién nos podía abrir. Nos dieron una hora para la visita. Una vez en la casa el guía nos fue enseñando las estancias, dónde dormía, donde escribía, qué cosas hacía Federico de niño y de mayor. En una de las paredes había colgado un cuadro con la reproducción del Cristo del Paño.
- Mi madre tiene uno -le dije al guía-, siempre lo he visto en mi casa.
- Y dice usted que se llama Lorca, como Federico.
- Sí. Lorca debe haber muchos por la vega. Desde luego no somos parientes.
- Y es usted de Escóznar. No lo tengo a usted visto -me dijo señalando su ojo derecho-.
- Desde luego, me marche de niño.
- El Cristo está en Moclín, ya sabe -retomó la conversación del cuadro- muy devota la gente de allí -haciendo un gesto con la mano- Ya me entiende.
- Pues no, explíquese.
- La romería.
- Cuente.
- En Moclín hacen una romería, especie de merendica, en la que van las parejas casadas que no tienen hijos, vaya usted a saber por qué. Al atardecer, en la penumbra, las mujeres se adentran en el olivar y deambulan por él, por el otro lado acuden algunos mozos mientras los maridos esperan, allí se produce el milagro y alguna de ellas se queda embarazada. Le llaman la romería de los cornudos, puede imaginar usted por qué.
A principios de 2018 se representó, con ese mismo decorado, el ballet en la Fundación Juan March de Madrid donde se amplía el elenco de creadores: Federico García Lorca y Cipriano de Rivas Cherif (argumento), Gustavo Pittaluga (música), la Argentinita (coreografía) y Alberto Sánchez (escenografía), en la que se conjugaban "la querencia popular y la vocación vanguardista de sus creadores, una constelación de estrellas".
Ese mismo año, en octubre, llegué a Moclín para ver su castillo. Antes de llegar a la entrada de la fortaleza nazarí se encuentra el Santuario del Cristo del Paño. A los pies del santuario descansa el pueblo y desde allí se tiene una extensa panorámica. Jugué a imaginar dónde se celebraba la romería, podía ver a las mozas paseando entre los olivos y poco más, no averigüe ni quise preguntar.
MUSEO DE ESCULTURA AL AIRE LIBRE DE MADRID
De Alberto Sánchez (Alberto) encuentra el paseante dos esculturas por las calles de Madrid, una la esbelta El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella (1937) una copia la podemos ver frente al Museo Reina Sofía. Otra de sus obras, menor tamaño, en bronce, que encabeza esta entrada, la encontramos en el Museo de Escultura al Aire libre de La Castellana de Madrid. Toros ibéricos (h. 1958-1960).
Toros ibéricos (h. 1958-1960) Bronce |
REINA SOFÍA DE MADRID
En el Reina Sofía hay varias obras, entre ellas estados dos esculturas. La primera, Bailarina la presenta en el Jardín Botánico de Madrid, obra de corte cubista, dentro de la exposición de 1929 de artistas españoles que residían en París.
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